Participamos de la estrategia, propusimos el ajuste del nombre y la bajada (cambiamos el Bien de Belgrano por Las Cañitas), rediseñamos la identidad, la señalización y la campaña de reposicionamiento. Desde el punto de vista marcario se eliminó todo rasgo naïf, se fortaleció su color principal y se actualizó su logotipo. Construimos un discurso visual capaz de conquistar a una nueva audiencia y de proteger al cliente histórico. Desde la arquitectura se trabajó para poner en valor el edificio, fortalecer el perímetro y resaltar los accesos.